Hey Everyone,
It is always crazy how much faster each week goes. So Just so everyone knows I am doing Way better. We found out a had a virus, bacteria, and parasites in my little tummy. So they started me on some pretty strong medacines. They just about killed me, haha they were very strong, andmake me dizzy. But I will be finishing them up in a few days, and i feel much much better!
We also had a very awesome this week as far as the work goes. We had a baptism just yesterday and one on Wednesday. The one yesterday realy pulled at my heart stings. It was a 11 year old kid. His mom died about 5 years ago, and his dad took of for United States, so he is living with his very old grandmother. At first he did not want much with us, but he is loving it all now, and even asked to be baptised in the like. I had the oppurtunity to baptise him, and wow was it COLD! but it was amazing because he said when he came out of the water, he felt very warm, and said he has never felt like it in his life!
We are also working with another lady. She had been working towards a baptism, until and Elder That I am having a few problems with came and talked to her. He told her that nothing matters except being baptised, and if she is baptised she can go to heaven! After this she said that we are the same as the baptist church and asked us not to come back. We saw her in front of her house the other day, and I noticed she was doing something with the fuse box for her house. I was able to help her get electricity back in her house and she invited us in. She told us that she wants to be a member, but she feels like she has a few things she wants to get in order in her life first. She also said one of her biggest problems is that all her neibors know her past and are always judging her. It was realy funny because a book I have not seen for years and years popped into my head. It was the book "You are Special" about the little wooden puppets. Well I found the book and after hours of pulling my hair out and lots of help from my companion I got it translated for her. (I will attach it at the end of this so Dad can tell me how I did translating it!!) Well we gave it to her and she was crying and said she would like us to program her baptism for in 2 weeks! It was realy great. And now all the members are asking for the storry.
Other than that I think there is a good chance I will be changing areas in the next week or so.
I finaly got my companion lifting with me! It is pretty funny, because we use the big water jugs filled with water. well we were doing a contast of seeing how long we could hold it above our head with two broom sticks as our handle. Lol I did two of the 20 liter jugs full, and after about 30 seconds the two broom sticks snapped, and I got a very cold shower along with all of our room! It was much funnier than im sure I am making it sound, Ill try to send you a picture of it sometime.
One last little request. Ok so I broke down and bought one new pair of pants at the walmart. They were about 20 dollars. As well as we bought our months worth of food. So I have about 10 dollars left from the 80 we are giving a month. My problem is, I am pretty sure I am going to get changed this week, and I will not beable to bring all the food with me! I am pleading that maybe you can put a little bit in myaccount so I can get food when I head off. And I promise I will try to make it last for a LONG time! Sorry, It always seems like money is an issue! Please forgive me!
I love you all, and hope you all know that you are always in my prayers!
Love
Elder Paul
Here is "You are special" That I translated into spanish. Dad you will have to tell me how I did. And yes I used a spell check. (Just to remind you "you are special" is the book about the little wooden pupets who judge everyone by putting stickers on them)
Tú eres especial
Los Wemmicks eran gente pequeña hechas de madera. Todos estaban tallados por un artesano llamado Elí. Su taller formaba parte de una colina con vista a la villa. Cada wemmick era diferente. Unos tenían grandes narices, otros grandes ojos. Algunos eran altos y otros bajitos. Algunos usaban sombreros, otros abrigos. Pero todos eran construidos por el mismo artesano y vivían en una preciosa villa.
Todos los días, cada día, los wemmicks realizaban la misma tarea: se regalaban etiquetas unos a otros. Cada wemmick tenía una caja de etiquetas de estrellas doradas y una caja de etiquetas de puntos grises.
Al subir y bajar por las calles de la preciosa villa, la gente empleaba su tiempo en pegarse etiquetas de doradas estrellas o de puntos grises, unos a otros.
Los más hermosos, aquellos construidos con madera pulida y hermosos colores, siempre obtenían estrellas. Pero si la madera estaba áspera o la pintura desconchada, los wemmick pegaban etiquetas grises sobre ellas.
También los talentosos obtenían estrellas. Algunos podías levantar grandes garrotes sobre sus cabezas o saltar sobre cajas altísimas. Otros sabían decir bellas palabras o podían cantar canciones hermosas. Todo el mundo les otorgaba estrellas. Algunos estaban totalmente cubiertos de estrellas. Cada vez que ellos obtenían una estrella, ¡ los hacía sentirse tan bien! Esto los estimulaba a querer hacer algo más para alcanzar otra estrella.
Sin embargo, otros, hacían algunas cosas que a los demás no les agradaba, y obtenían puntos grises.
Ponchinelo era uno de esos. Él trataba de saltar como los demás, pero siempre caía. Cuando caía, los demás hacían una rueda alrededor de él y le daban puntos grises.
Algunas veces al caerse, su madera se raspaba, así que sus vecinos le daban más puntos grises. Entonces, cuando trataba de explicar la causa de su caída, de sus labios salía alguna tontería y los wemmicks le daban más puntos grises.
Después de un tiempo. Ponchinelo tuvo tantos puntos grises feos que no quería salir a la calle. Tenía mucho miedo de hacer algo estúpido como olvidar su sombrero o caminar en el agua, y que la gente le volviera a dar otro punto. La verdad es que tenía tal cantidad de puntos grises sobre él, que cualquiera se le acercaba y le añadía uno más sólo por gusto.
“Él merece montones de puntos”, comentaban la gente de madera, de acuerdo unos con otros. “Él no es buena persona de madera”, decían.
Después de un tiempo, Ponchinelo creyó lo que decían sus vecinos. “Yo no soy un buen wemmick”, decía. En poco tiempo, él salió a la calle y empezó a relacionarse con otros wemmicks que tenían un montón de puntos grises. Él se sintió mejor entre ellos.
Un día, él se encontró una wemmick que era diferente a cualquiera de las que siempre había conocido. No tenía puntos ni estrellas. Era puramente madera. Se llamaba Lucía. Esto no se debía a que sus vecinos no trataban de pegarle sus correspondientes etiquetas; sino a que las etiquetas no se pegaban a su madera.
Algunos wemmicks admiraban a Lucía por no tener puntos, de modo que corrían hacia ella y le daban una estrella. Pero la etiqueta no se pegaba. Otros no la tenían en cuenta al ver que ella no tenía estrellas, y le daban un punto. Pero tanto la estrella como el punto se despegaban.
“Yo quiero ser de esa madera”, pensó Ponchinelo. “No quiero marcas de nadie”. Así que le preguntó a la wemmick que no tenía etiquetas cómo ella había podido lograr tal cosa. -“Es muy fácil”, le contestó Lucía. “Todos los días voy a ver a Elí”.
-¿Elí?, preguntó Ponchinelo.
-“Sí, Elí. El artesano. Y me siento en el taller con él”.
-¿Por qué?, preguntó Ponchinelo.
–“Por qué no lo averiguas por ti mismo? Sube a la colina. Él está ahí” Y dicho esto la wemmick que no tenía etiquetas ni puntos dio la vuelta y se alejó dando salticos.
-“Pero, ¿querrá el artesano verme a mí?, le gritó Ponchinelo. Lucía no lo oyó.
Así que, Ponchinelo, regresó a casa. Se sentó cerca de la ventana y se puso a observar a la gente de madera cómo corrían de aquí para allá dándose estrellas o puntos unos a otros. - “Eso no es justo”, refunfuñó. Y decidió ir a ver a Elí.
Él se acercó al estrecho camino que iba a la cima de la colina y fue en dirección del taller grande. Al entrar allí, sus ojos se abrieron desmesuradamente ante las cosas que veía. El taburete era tan alto como él mismo. Tuvo que estirarse sobre la punta de sus pies para mirar la altura de la mesa de trabajo. Un martillo era tan largo como su brazo. Ponchinelo tragó saliva. “¡No voy a quedarme aquí!”, y se dio vuelta para salir.
Entonces oyó su nombre. -“¿Ponchinelo?”. La voz era fuerte y profunda.
Ponchinelo se detuvo. –“¡Ponchinelo! ¡Qué bueno que has venido! Ven y déjame mirarte”. Ponchinelo se volvió lentamente y vio la gran barba del artesano.
-¿Tú sabes mi nombre?”, preguntó el wemmick.
– “Por supuesto que lo sé. Yo te hice a ti”.
Elí se inclinó, recogió del suelo a Ponchinelo y lo colocó sobre la mesa de trabajo. “Hum”, dijo el artesano pensativamente mientras miraba los puntos grises.
-“Parece que has recibido marcas malas”.
– “No significa eso, de verdad, yo me esforcé mucho por no recibirlas, Elí”.
– “Oh, no tienes que defender tus acciones ante mí, muchacho. Yo no me preocupo por lo que los demás wemmick piensan”.
-“¿No te importa?”
– “No, y tú no deberías hacerlo tampoco. ¿Quiénes son ellos para dar estrellas o puntos? Son wemmick exactamente como tú. Lo que ellos piensan no importa, Ponchinelo. Lo único importante es lo que yo pienso. Y yo pienso que tú eres muy especial”.
Ponchinelo sonrió. - “¿Especial, yo? ¿Por qué? No puedo caminar aprisa. No puedo saltar. Mi pintura está desconchada. ¿Por qué soy importante para ti?”
Elí contempló a Ponchinelo, puso sus manos sobre sus hombros y le dijo: -“Porque eres mío”. Esa es la razón de que seas importante para mí”.
Ponchinelo nunca había tenido a alguien que lo viera de esa forma _mucho menos su creador. No sabía qué responder.
- “Cada día he estado esperando que tu vinieras”, explicó Elí.
- “Vine porque me encontré con alguien que no tenía marcas”, dijo Ponchinelo.
- “Lo sé. Ella me habló de ti”
-“Por qué las etiquetas no se pegan sobre ella?”
-“Porque ella decidió que lo que Yo pienso es más importante que lo que ellos piensan. Las etiquetas únicamente se pegan si tú permites que lo hagan”.
-“¿Qué?”
-“Las etiquetas sólo se pegan si son importantes para ti. Lo más importante es que confíes en mi amor, y dejes de preocuparte por sus etiquetas”.
-“No estoy seguro de haber comprendido”.
Elí sonrió. -“Lo vas a intentar: pero esto tomará tiempo. Tienes demasiadas marcas. Por ahora, sólo ven a verme todos los días y déjame recordarte cuanto te amo”.
Elí levantó a Ponchinelo de la mesa y lo puso en el suelo. Y cuando el wemmick salía por la puerta, le dijo:
-“Recuerda, tú eres especial porque yo te hice, y yo no cometo errores”.
Ponchinelo no se detuvo, pero en su corazón pensaba: “Eso explica por qué soy especial ante sus ojos”. Y al comprenderlo al fin, un feo punto gris cayó sobre la tierra.